martes, 29 de octubre de 2024
San Froilán y el lobo (Lugo)
¿Quienes eran los "Nyerros"? = Cataluña
El bandolerismo es un episodio de la historia de Catalunya. La causa principal de este es el desequilibrio que existía entre la economía y la demografía catalana. En aquellos tiempos, las guerras contra españoles, las pestes y las crisis de subsistencia eran frecuentes. Eso dio pie a que la nobleza arruinada de Catalunya decidiera asaltar a los viajeros que pasasen por los caminos y bosques del país. Estos eran su casa y refugio, les proporcionaban todo lo que necesitaban para subsistir. Su vestuario solía ser un sombrero y una gran capa, que los dotaba de escondrijo.
Los “Nyerros” eran amigos de los agricultores “pagesos” de los alrededores. En las crónicas de la época se les define como gente de gran valor y hacían saber por donde pasaban quienes eran. Con el orgullo siempre por delante…”¡ sóc Nyerro !” ¡ soy Nyerro !. Además se habían creado un símbolo propio, un cerdito, que mostraban en las chapas de sus vestimentas. Este símbolo tenía el sentido popular de la tierra y de la antiseñorialidad de este animal rural. A diferencia suya el símbolo de los “Cadells” era un perro, recordando la fidelidad de este animal hacia sus amos.
Desde finales de la edad media, existía una gran rivalidad entre “Nyerros” y “Cadells” la otra banda de bandoleros. Progresivamente toda la población catalana se fue inclinando hacia uno de los dos grupos. “Los Cadells” representaban la nobleza urbana, y daban soporte a la monarquía castellana y a los obispos. Contrariamente, los “Nyerros” provenían de las montañas, de donde no se movían, y representaban a los nobles catalanistas de Catalunya. Los “Nyerros” asaltaban a “Cadells”, representantes de la monarquía hispánica, recaudadores de impuestos y otros nobles, eran los amos de las zonas rurales.
Las luchas entre “Nyerros” y “Cadells” llegaron a la comarca de Osona, particularmente Vic y alrededores. Y aquí fue la cuna de “Nyerros” tan celebres como Rocaguinarda, Trucafort o Serrallonga. El nombre de “Nyerro” tiene su orígen en los seguidores del señor de Nyer, Tomás de Banyuls, noble de la época que había dispuesto de grandes poderes y riquezas. Primeramente este mote solo se usaba para los seguidores de este señor y los habitantes y bandoleros de Banyuls, localidad donde este señor de Nyer tenía un castillo, el castillo de Nyer. Más tarde media Catalunya se denominaba “Nyerro” o “Cadell”.
Pere Sirvent
El crimen de Cuenca
El 21 de agosto de 1910 las vidas del mayoral León Sánchez Gascón y del guarda Gregorio Valero Contreras se torcieron. Su compañero José María Grimaldos López, de 28 años de edad, conocido como el Cepa y pastor en la misma finca donde trabajaban, desapareció sin dejar rastro entre los pueblos conquenses de Tresjuncos y Osa de la Vega. Su apodo obedecía a un doble motivo: apenas medía metro y medio de estatura y su inteligencia era igualmente corta. Su familia enseguida sospechó de León y Gregorio, que tanto hacían sufrir al pobre del Cepa por mofarse continuamente de él. Presuntamente le habían asesinado para apropiarse del dinero procedente de la venta de unas ovejas.
La denuncia acabó siendo archivada por falta de pruebas hasta que en 1913 llegó al Juzgado de Belmonte (Cuenca) el juez Emilio de Isasa, que reabrió el caso y ordenó la detención de León y Gregorio. Los brutales interrogatorios de la Guardia Civil -uñas arrancadas, palizas y comidas sin agua a base de bacalao sin desalar- hicieron el resto: acabaron confesando el asesinato y posterior descuartizamiento del Cepa. El jurado popular los culpó tras debatir media hora y los enviaron 18 años a la cárcel; aunque salieron doce años después, sus vidas quedaron destrozadas y marcadas por la desconfianza general.
Tras un año en libertad, en 1925, el cura de Tresjuncos recibió una carta del párroco de Mira, pueblo situado al otro extremo de la provincia, en la que solicitaba la partida bautismal de José María Grimaldos porque el Cepa se casaba. El cura trató de ocultar la noticia durante meses por temor a un escándalo, pero las frecuentes visitas del Cepa a Tresjuncos, inquieto por no saber nada de su partida de bautismo, precipitaron los acontecimientos.
El Ministerio de Gracia y Justicia ordenó revisar la causa y el Tribunal Supremo declaró nula la sentencia, además de ordenar concederles una indemnización a los que la Justicia había culpabilizado.
La verdad del caso es que el Cepa desapareció el 21 de agosto de 1910 porque, según él mismo declaró, «me dio un barrunto y me marché» a tomar los baños medicinales a la cercana finca de La Celadilla.
Resuelto el caso, el cura de Tresjuncos apareció ahogado y el juez Isasa murió en su casa de Sevilla por una angina de pecho. El pueblo prefirió hablar de suicidios en ambas muertes.
El tremendo error judicial cometido levantó una fuerte polémica periodística en la España del régimen de Miguel Primo de Rivera. Ángel Luis López Villaverde, profesor de Historia Contemporánea en la Universidad de Castilla-La Mancha, explica que «la prensa más liberal, periódicos como El Sol, El Liberal o El Heraldo de Madrid, le dio una relevancia enorme, pidiendo responsabilidades por el error judicial de Belmonte. Por otro lado, la prensa más conservadora -El Debate- casi obvió este caso.
Similar polémica se vivió años más tarde, cuando Pilar Miró decidió llevar el suceso de Tresjuncos y Osa de la Vega al cine en 1979. Su película, fue la única prohibida durante la democracia.
Se estrenó con gran éxito en 1981 después de que la cinta fuera secuestrada por la autoridad militar, y su directora, objeto de un proceso también militar. Hoy, Tresjuncos y Osa de la Vega siguen recordando lo ocurrido hace cien años, aunque sus actuales preocupaciones son bien distintas: la deficiente cobertura de la telefonía móvil.
Recordando a Isabel II
El Escorial y las puertas del infierno - Comunidad madrileña
La historia más espeluznante es la que habla de las puertas del infierno. Se dice que el infierno, que por lo visto queda por debajo del suelo, tiene varias puertas de entrada. Una de ellas está en Italia, en Turín, y la otra, precisamente en El Escorial. La leyenda dice que el rey Felipe II mando construir el Monasterio encima de la puerta del infierno para que hiciera de tapadera. Según dicen, estas entradas infernales tienen como vigilantes a perros con tres cabezas, los cancerberos.
Para acentuar la leyenda, mientras se realizaban las obras del Monasterio, los trabajadores estaban atemorizados por la presencia de un perro muy fiero que les perseguía. Cuentan que capturaron al perro y lo ahorcaron exhibiéndolo sobre una de las torres. También ha llegado hasta nuestros días la anécdota de que el propio Felipe II, residente en las dependencias del monasterio, una vez que concluyeron las obras, decía escuchar los ladridos del perro muerto.
domingo, 27 de octubre de 2024
Los siete varones apostólicos
El milagro del puente |
Según unos manuscritos del siglo X, que transmiten información más antigua (del siglo VIII o del siglo IX), los siete varones apostólicos llegaron a Acci (Guadix) cuando se estaban celebrando las fiestas paganas de Júpiter, Mercurio y Juno y los paganos les persiguieron hasta el río, pero el puente se partió milagrosamente y los siete varones apostólicos quedaron salvos. Una noble mujer llamada Luparia se interesó por ellos y los escondió, y se convirtió al Cristianismo después de haber levantado un altar a San Juan Bautista. A continuación los varones apostólicos se separaron para dar noticia del Cristianismo por distintas regiones de la Bética: Torcuato permaneció en Acci (Guadix), Tesifonte marchó a Vergi (Berja), Hesiquio a Carcere (Cazorla o Cieza), Indalecio a Urci (Pechina), Segundo a Abula (Abla, según otros Ávila), Eufrasio a Iliturgi (Andújar) y Cecilio a Iliberri (Iliberris o Elvira, la actual Granada). La identificación de esas localidades es muy insegura: según otras fuentes Carcere o Carcesi es Cieza (Murcia), Urci es Torre de Villaricos e Iliturgis es Cuevas de Lituergo;1 según una tradición abulense, Abula sería Ávila, y San Segundo su primer obispo (actualmente, su santo patrón).
Francisco Márquez Villanueva entre otros documenta que un autor del siglo IX fundió esta tradición con la de Santiago Apóstol en la Translatio S. Iacobi in Hispaniam. Según éste, siete discípulos de Santiago trajeron su cuerpo a Hispania después de su martirio desde Jerusalén y tuvieron que refugiarse en una fuente protegida por una cripta porque eran perseguidos por el rey; cuando entraron para prenderlos la cripta se derrumbó y el rey y los suyos perecieron. Una mujer, también llamada Luparia, se convirtió al Cristianismo y mandó colocar el cuerpo de Santiago en un edificio que previamente había estado consagrado a ídolos paganos; esta tradición cuenta también que tres de estos discípulos, Torcuato, Atanasio y Tesifonte, fueron enterrados junto al apóstol.
También habla sobre los siete varones apostólicos el escritor dominico del siglo XIII Rodrigo de Cerrato.
García Márquez en Barcelona
El regalo que pidió cuando llegó al millón de ejemplares vendidos de Cien años de soledad fue que le tradujeran ese libro al catalán (y que lo hiciera su amigo Tísner).
Desde 1975, su editorial principal ha estado en Barcelona. Y, desde mediados de los años sesenta, su carrera fue dirigida en lo económico –y estratégico– por la agencia Carmen Balcells. A pesar de no vivir en la capital catalana desde 1975, acudía regularmente casi todos los años y, tras una etapa en que se alojó en hoteles, se compró un piso que mantuvo hasta el final de sus días.
La lista de anécdotas, afectos, proyectos y amistades que ha generado García Márquez en Barcelona daría para varias enciclopedias.
La Vanguardia
Leyenda de Galino Galinás = Zaragoza
La Virgen de los Lomos de Orios - La Rioja
En la Sierra Cebollera vivía un zagalillo que cuidaba de un rebaño de ovejas, propiedad de un rico señor del cercano lugar. Cada tarde llegaba a Lomos de Orios, en donde se veneraba una imagen de la Santa Virgen, de la cual era muy devoto. Una de esas tardes, cuando, después de haber rezado, se disponía a sentarse en una peña, vio cómo de unos entresijos de la roca salía una cutebrilla, que, lejos de asustarse por la presencia del pastor, se dirigió
hacia él. El zagal, movido por la compasión, no la quiso matar ni ahuyentar, sino qUe, vertiendo un poco de leche en un cuenquecillo, puso éste cerca de la pequeña alimaña, la cual, aproximándose al cuenco, bebió ávidamente, Y después volvió a desaparecer entre las rocas.
Al día siguiente, el pastor salió del pueblo y se dirigió a la sierra; y una vez hubo rezado, como acostumbraba, encaminó el hato al mismo lugar de la tarde anterior. Sentóse en la peña y esperó a ver si aparecía la culebrilla; mas ésta no daba señales de vida. El zagal sacó su cuenco y, cogiendo a una oveja cercana, la ordeñó. Puso la leche al lado de la roca musgosa por cuya grieta saliera la pequeña sierpe, y silbó suavemente. Al momento, Una cabecilla oscura y viva asomó por la grieta, y en seguida volvióse a ocultar de nuevo; tornó el zagal a silbar, y entonces la culebra salió despacito; el pastor bajó el brazo para que se enroscase en él y la aproximó al cuenco para que bebiera con más comodidad. Después se desenroscó y volvió a su nido. Y desde
entonces, cada tarde, el pastor silbaba, aparecía su amiga, y ambos parecían ser felices; el zagal sentía cómo la pequeña culebrita le traía cada tarde un poco de compañía en la soledad de su lento pasar! de la tarde, en lo alto de la sierra inmensa, al lado de la ermita de la Virgen.
Pasó el tiempo, pasaron algunos años y el pastor hubo de marchar de allí pero la tarde anterior a su partida aún dió de beber a su compañera, despidiéndose tristemente de ella.
Corrió el mozo tierras lejanas, y al fin pudo volver a su pueblo. Saludó alegremente a sus familiares y a los convecinos que le pedían noticias de sus andanzas y por la tarde quiso volver al sitio en donde tantas horas pasará en compañía de la culebrilla. Recordaba aquellos días de su adolescencia cuando rezaba a la Virgen y después silbaba y aparecía su compañera de soledad; recordaba cómo muchas tardes, después de hacerle beber en el cuenco, la conservaba enroscada en su brazo y con la otra mano hacía sonar su rústica flauta con los sones mas dulces, con los tonos más suaves, hasta adormecer a la culebrilla. Embarcado con tales pensamientos, llegó a aquella peña, reconocida por él al momento. Y queriendo recordar los tiempos en que había venido pensando, silbó una y otra vez. De pronto se sobresaltó al ver aparecer un gran culebrón que venía amenazadoramente reptando hacia él, pero no dudó en reconocer a aquella pequeña sierpe que tuviera tantas veces enroscada en su brazo. La llamó y le dijo: «¡Cómo has crecido! Tú también te has puesto fuerte como yo». Y quiso verter un poco de leche que llevaba en una botella. Mas la enorme culebra no le dio tiempo: se precipitó sobre él, se enroscó a su cuerpo y a su cuello, y empezó a apretar los anillos. El mozo se sintió presa de un inmenso terror, sintió cómo la culebra lo ahogaba; sus esfuerzos para librarse del reptil eran inútiles, y casi asfixiado, pensó en aquella Santa imagen de la que tan devoto era, y la invocó, pidiéndole auxilio.
Y en aquel momento en que sus labios pronunciaron la invocación,sintió como el lazo mortal se aflojaba y como el cuerpo de la enorme culebra se distendía hasta caer a sus pies sin vida.
Una vez libre y salvo, miró con terror y piedad el cuerpo de la culebra y, subiendo a la ermita, entró, rogando con fervor en acción de gracias por el gran milagro que en él había obrado la Santa Virgen de los Lomos de Orión.
Vicente García de Diego
jueves, 24 de octubre de 2024
Muerte de Wilfredo el Velloso (Barcelona)
No era la primera vez que Wifredo se enfrentaba a los musulmanes; en el año 884 había atacado a Ismail ibn Musa, que se había apoderado de Zaragoza (871) y había fortificado Lleida, pero fue derrotado sufriendo grandes pérdidas.
Fue enterrado en el monasterio de Santa María de Ripoll que él mismo había fundado.
(Arteguías)
Leyenda del pescador de Torrevieja (Alicante)
Ritual de Las nueve olas - A Lanzada (Pontevedra)
miércoles, 23 de octubre de 2024
Felipe II y Antonio Pérez = Madrid
Por razones desconocidas, Antonio Pérez jugó con las ya tensas relaciones entre Felipe II y su hermano Juan de Austria e hizo aparecer a los ojos del rey como subversivas las pretensiones de éste acerca de Inglaterra. Pero Felipe II ya desconfiaba de su secretario, por lo que en 1578, Juan de Escobedo (secretario de Juan de Austria) llegó a la Corte para explicar la posición de su maestro al rey, lo cual podía dejar al descubierto a Antonio. Por ello, Antonio culpó a Escobedo por las ambiciones de don Juan y aconsejó al rey eliminarlo. El rey parece que accedió a que Escobedo fuese eliminado. Antonio Pérez primero hizo un intento fallido de envenenamiento y luego contrató un grupo de asesinos que acabaron con la vida de Escobedo en Madrid el 31 de marzo de 1578. Pronto se esparció un rumor acerca de su implicación en el asesinato de Juan de Escobedo. Felipe II intentó en un principio proteger a Antonio Pérez, en parte por su propio sentimiento de culpabilidad y en parte por lo que podía revelar, pero cuando su hermano don Juan murió y sus documentos llegaron a Madrid, descubrió la trama y mentiras de Antonio Pérez, dándose cuenta de que don Juan siempre había sido leal. Considerándose traicionado, Felipe II empezó a desconfiar de la asociación de Antonio Pérez y la princesa de Éboli y sospechaba de un tráfico de secretos de Estado. En la noche del
Poco después el puesto de Antonio Pérez fue ocupado por Granvela. Antonio Pérez tenía libertad para moverse por Madrid, siendo vigilado por la Corona, pues el rey necesitaba sus documentos (los cuales podían implicarle a él también en el asesinato de Escobedo). Más tarde, los Escobedo y sus aliados, tras presionar en la Corte, consiguieron que Antonio Pérez fuera detenido por segunda vez en 1585 bajo los cargos de tráfico de secretos y corrupción (sin mencionar el asesinato); fue encontrado culpable y condenado con dos años de prisión y una enorme multa. En 1590 reconoció bajo tortura su implicación en el asesinato de Escobedo.
(Pasajes de la historia)
El crimen del Cura Galeote = Madrid
(Wikipedia)
La emparedada del Palacio de los Vélez - Jaén
El joven iba todos los días al pie de la Torre, y ella, a través del pequeño orificio, lanzaba a la calle mensajes de amor, escritos en las hojas de un libro de oraciones, único bien que sus padres le dejarón. Para escribir en sus páginas, con una astilla se pinchaba en el dedo, utilizando a falta de tinta su propia sangre. Y así siguió hasta su muerte.
La Era d’Escorca - Mallorca
En Escorca, por el camino de Lluc, ábrese una sima en la que de noche se escuchan cantos infernales, trote de caballos, gritos de mujer y repique de cascabeles. En otro tiempo había en este mismo lugar una era. Cuando llegaba el mes de agosto reuníanse allí los trilladores y trabajaban entre gritos, cantos y risas.
Un domingo, por la tarde, en la era se trillaba, sin respetar el día del Señor. Mientras los caballos daban vueltas y más vueltas, haciendo sonar sus cascabeles, los payeses cantaban y decían a las mujeres bromas soeces. Éstas gritaban y reían, armando entre todos un guirigay espantoso.
De pronto se oyó por el camino de Lluc el vibrante sonido de una campanilla. Era un sacerdote que llevaba a un enfermo el Santo Viático. Los payeses continuaron su algazara, sin hacer caso de la divina presencia.
El sacerdote, horrorizado por tal profanación, se detuvo un momento, sin atreverse a pasar por delante de aquella gente tan irrespetuosa. De repente se oyó un gran estrépito; la tierra se abrió y sepultó en su seno a cuantos en la era había.
Desde entonces siguen trillando sin parar los payeses, cantando; riendo y gritando eternamente, como en aquella tarde del domingo.
Vicente García de Diego
martes, 22 de octubre de 2024
La Porta de Alén - Pontevedra
lunes, 21 de octubre de 2024
LA CALDERA DEL PORTUGUÉS
sábado, 19 de octubre de 2024
Leyenda de Mondalindo (comunidad madrileña)
Ayuntamiento de Bustarviejo
Apuesta entre Bustarviejo y Miraflores (Comunidad Madrileña)
Ganó la de Bustarviejo aun cuando la viejecita de Miraflores le colocó un ratón en su jarra.
LA CASA DEL MIEDO DE LA CODOSERA (Badajoz)
jueves, 17 de octubre de 2024
La torre de los Encantados = Barcelona
Sobre un cerro, muy cerca de Caldas de Estrac, se levanta la torre de los Encantados. Cuéntanse, acerca de esta torre de los Encantados, div...
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Una vez que el general cartaginés Amílcar Barca, desembarcando en la antigua Gades (Cádiz) el 237 a. de C., hubo derrotado y crucificado al ...
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A la izquierda de la carretera a Vitoria, como a una legua de Logroño, en un paraje solitario, se alzan sobre el río Ebro las ruinas de un v...
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Me llamo Uso y vivo en lo alto de una montaña muy especial, es de roca roja, aunque cuando bajo al valle a buscar bayas desde allí se ve e...