lunes, 30 de septiembre de 2024

El perro Paco - Madrid

 

Paco era un perro de raza indefinida, de color negro y áspero, que se hizo famoso entre 1881 y 1882. Entró por primera vez en el Café Fornos cayéndole en gracia al marqués de Bogaraya quien le puso el nombre de Paco. 
Por las noches dormía en las cocheras situadas entonces en la calle Fuencarral. El perro se hizo querer por todos por su simpatía, colándose en cafés, teatros y  restaurantes, siendo siempre bien recibido. Pero el día 21 de junio de 1882 fue un día muy triste para el perro y para los madrileños, pues tuvo la ocurrencia de asistir a los toros, y no conformándose con mirar desde la barrera, quiso participar, lanzándose al ruedo antes de que el torero matase al toro. El diestro trató de apartarle con la espada y sin querer, le hirió gravemente. A pesar de que Paco fue atendido por dos buenos veterinarios, murió a consecuencia de la herida. Sus conocidos se
interesaron por el estado de Paco, llegando a darse partes sobre su evolución. Su muerte fue muy sentida entre aquellos que le conocían y comentadisima en la prensa durante varios días. Se dice que hasta el mismísimo Alfonso XII envió su sincero pésame al marques.
Paco fue disecado y expuesto en un pequeño museo taurino que hubo en la calle Alcalá esquina a la de la Fuente del Berro. Cuando el museo, que estaba presidido por un retrato de este famoso perro, cerró en 1889, su dueño decidió entonces enterrar a Paco en el Retiro.
Paco fue un perro callejero que formó parte de la vida madrileña del último cuarto del siglo XIX.

Curiosidades de Madrid - Isabel Gea

Frente al toro está el tesoro - Jaén

 

Según esta leyenda, un cacique moro temeroso de perder para siempre sus riquezas a manos de los cristianos, las ocultó de manera que algún día pudiera volver a hallarlas valiéndose de una señal. Y dejó grabada en un risco de las estribaciones de la sierra de Huelma la cabeza de un toro con una inscripción que decía: Frente al toro está el tesoro. 
Mucha gente, codiciosa del botín, dedicó todos sus esfuerzos a encontrarlo excavando aquí y allá en la misma dirección de la mirada del toro, pero nadie hallaba el menor rastro de la misteriosa fortuna. 
Un día, un campesino que vivía en las inmediaciones del risco, harto de la presencia de tantos intrusos, golpeó con un azadón la cabeza del toro hasta destruirla por completo. Como nadie volvió a saber nada de la existencia del lugareño, muchos son de la opinión que casualmente había encontrado el tesoro oculto en la frente del toro. 

Jaén.Vleo

Piedra del Cid - Monturque (Córdoba)

 

Conocida como Piedra del Cid o Peña del Cid, se debe su nombre a una leyenda acerca de una victoria que obtuvo el Cid Campeador al frente de las tropas del rey sevillano Al  Mutamid, alrededor del año 1079 contra las tropas del rey de Granada dentro de la Cora de Cabra, lugar exacto donde se dice que acabaron con la firma de un acuerdo.
Esta roca se situa en Cid Toledo (Monturque) en la carretera de Málaga (N-331) con dirección Aguilar de la Frontera.
Actualmente parece ser que ha sido quitada por la construcción de la autovía de Málaga (A-45).

Cordobapedia

La leyenda de Magacela = Badajoz

El pueblo de Magacela se derrama en un breve alcor, en medio de la llanada de la Serena, en la hermosa tierra extrema. En la cumbre de ese alcor hay unas ruinas, recuerdo lejano de uno de los castillos mejor fortificados, de los puntos fuertes más difíciles de conquistar por los cristianos en la época en que la media luna cedía a la cruz.

Por los años de 1229, el castillo que hoy vemos desamparado y enruinas era el punto de partida de numerosas excursiones y algaras moras contra los cristianos de Zalamea, Medellín y Benquerencia.


Reinaba en el castillo un bravo guerrero: Ahmed-Ben-Alí, descendiente del gran Almotamid. Y tenía una hija cuya belleza era proverbial en todo el contorno, así como su valentía y decisión.


En la época que hemos indicado, diose un fuerte impulso en la Reconquista. Por allí, los guiones cristianos ostentaban la cruz de Alcántara, y los caballeros de esta orden heroica se aprestaban a la lucha, que por fin estalló. Primero fueron algaras, expediciones de espionaje y tala; después, la masa del ejército cristiano se puso en movimiento, y al mando de Arias Pérez, tercer maestre de la orden, empezaron a conquistar castillos y plazas fuertes. Ahmed-Ben-Alí hizo más potentes aún las defensas de su torreado cerro; cavó nuevos fosos, preparó trampas y esperó así los acontecimientos.


Éstos se precipitaban. Tras una batalla encarnizada, el castillo de Benquerencia cayó. Un superviviente que pudo llegar hasta el fuerte de Ben-Alí le advirtió que los cristianos se preparaban para atacar su fortaleza. Y entonces el bravo guerrero musulmán, dejando encomendada la defensa del castillo a su hija, marchó a presentar batalla.


Trabada ésta, fue desfavorable a las huestes musulmanas, y el valiente Ben-Alí cayó, después de haber luchado heroicamente. Unos fieles esclavos pudieron llevar el cadáver al castillo en donde Leila esperaba. Grande fue el dolor de la bella mora cuando vio los ensangrentados despojos de su padre, y sobre ellos juró que aquel castillo nunca se rendiría si no fuera con la destrucción de los defensores.

Fueron pasando los días, y la lucha continuaba violenta; mas siempre se decidía a favor de los cristianos. Al fin, el maestre de Alcántara, después de haber tomado Trujillo, se aproximó a la fortaleza en donde Leila esperaba impaciente el momento del combate. Llegadas las huestes al llano que está al pie de la colina, fueron dados varios asaltos, en los cuales los cristianos, a pesar de haber conseguido poner pie varlas veces en lo alto de la muralla fueron rechazados. Era el último día del año, y deseoso Arias Pérez de obtener la victoria aquella misma noche, ideó un ardid. Una parte de la caballería, llevando antorchas, atacaría por un ala mientras los peones aprovecharían el engaño de los moros atacando por la opuesta. Así se hizo. Hacia media noche, la caballería se puso en marcha, agitando las antorchas. Los defensores del castillo, puestos al alerta, ocuparon sus posiciones en los adarves, gritando: «¡Los cristianos!». Mas creyendo que toda la fuerza enemiga llegaba por la

parte de los jinetes con antorchas, descuidaron el lado opuesto, y por allí penetraron los peones, que se lanzaron sobre los musulmanes, haciendo en ellos terrible carnicería. Leila, que estaba cenando, exclamó: «¡Amarga cena para mí!». Y se lanzó al combate; pero como sus leales habían ido cayendo uno tras otro, viose rodeada de caballeros cristianos, y, antes de que ninguno pudiera apresarla, clavóse la daga en el corazón y rodó ensangrentada.

y de la frase «Amarga cena para mí» dicen que salió el nombre de Magacela.


Vicente García de Diego





domingo, 29 de septiembre de 2024

Benavente y Valle Inclán

  


Se dice que alguien le dijo a Jacinto Benavente:

—Usted, don Jacinto, siempre habla bien de ValleInclán y en cambio él siempre habla mal de usted.

—Tal vez los dos estemos equivocados —dijo Benavente.

Carlos Fisas 


Sanatorio de los Abades - Tenerife

 

¿Qué tal una de fantasmas? Es probable que para más de un lector todas las historias de casas y lugares encantados sean, sin excepción, leyendas urbanas sin base real. Personalmente pensamos, desde la experiencia acumulada a lo largo de 30 años de perseguir y documentar estos hechos en Canarias, que no siempre es así y que existe misterio genuino, hechos inexplicables. 
Sin embargo, con el caso que nos ocupa tenemos que darle la razón a los escépticos. Nos situamos en los vestigios ruinosos del sanatorio de Abona, un complejo inacabado planificado para leprosos que se ubicó en Los Abades y que hoy marca de manera determinante el paisaje con su aspecto de ciudad fantasma. 
El escenario no puede resultar más evocador, cinematográfico, incluso. Diferentes estructuras y una iglesia coronada por una gigantesca cruz. Nunca se terminó, nunca acogió a enfermo alguno; por lo tanto, nunca nadie languideció moribundo presa de sufrimientos indescriptibles. Algunas zonas fueron usadas para acoger campamentos estacionales de Falange y otras en tiempos más recientes como campo de tiro por los militares. Fin del asunto. El resto es imaginación, fiestas y morbosas incursiones en un territorio que alimenta la sugestión. A pesar de ello, el sitio ha ido adquiriendo rango de encantado, se han realizado sesiones de mediumnidad para contactar con los espíritus atrapados y hasta ceremonias de limpieza y liberación de tales entes desorientados.

(Seis leyendas urbanas de Tenerife)

Fantasma del Colegio Virgen de Guadalupe - Badajoz

 


El colegio Virgen de Guadalupe es un centro educativo concertado de la Compañía de Jesús, situado en el barrio de San Roque de Badajoz, desde su construcción en 1962 siempre ha sido un referente educativo para la ciudad. Actualmente imparte enseñanza desde el 2º Ciclo de Infantil hasta Formación Profesional de Grado Superior.
La historia que voy a contar a continuación bien podría ser considerada una leyenda urbana que circula por la ciudad de Badajoz, el caso es que no quiero dejar pasar la oportunidad de contarla:
Hace ya bastantes años el colegio que hoy conocemos era un internado que ofrecía alojamiento a algunos de los alumnos que allí estudiaban. En la planta superior del edificio que está junto a la “autopista” (antigua N-V) se encontraban las habitaciones de los chicos, se comenta que cierto día en una de ellas fue hallado muerto un joven debido a las altas fiebres producidas por el sarampión.
A partir de aquí surge la leyenda del fantasma del Colegio Virgen de Guadalupe:
El caso es que cualquiera que haya pasado por la antigua N-V a la altura del cruce con la carretera de Corte de Pelas puede haber visto, algunas madrugadas, una luz encendida en la última planta del edificio. A esta luz se la asocia con el supuesto fantasma que habita en este último piso, la luz puede verse encendida incluso durante los meses de verano cuando el colegio permanece vacío.
Lo cierto es que esta última planta permanece desde hace años cerrada a cal y canto, el ascensor no llega hasta ella, unas rejas impiden subir por las estrechas y oscuras escaleras y no tiene luz.
Personalmente no he accedido pero un amigo si que ha estado y la describe como una estancia que se encuentra muy deteriorada, unas paredes con la pintura en muy mal estado y otras cubiertas por azulejos, allí se encuentran amontonadas unas encima de otras una gran cantidad de camas y sillas, tiene la apariencia de un viejo hospital.
Este último piso parece que sigue siendo en el colegio un tema tabú, del que los profesores y responsables no quieren hablar, como ya he comentado, la planta hace mucho tiempo que se mantiene cerrada a pesar de que el centro ha tenido problemas de espacio.
En cualquier caso sea realidad o solamente una leyenda urbana lo que es cierto es que al igual que yo muchos pacenses han visto de madrugada la luz encendida en la última planta del colegio y si no… fijaros cuando paséis.

Extremadura Misteriosa

La abeja

Cuando Dios hubo terminado de crear a todos los animales, antes de ordenarles que se dispersasen por el mundo, losmcontempló con su mirada clara de bondad y hermosura.

A todos les había dado vida; a cada uno, la forma y las cualidades más convenientes. Todo era perfección. Pero el Sumo Hacedor quiso mostrar aún su inagotable benevolencia. Y les dijo: Ya tenéis todos vuestra figura. A cada uno lo he hecho como he querido para la mejor vida de cada cual. Mas ahora quiero concederos a todos una gracia. Que quien quiera algo más, que me lo pida, y se lo daré.


Gran algazara estalló entre los animales. Todos fueron pidiendo algo, y a todos les fue concedido. Fueron pasando los grandes animales, las fieras soberbias y las audaces aves de rapiña, los lentos y apacibles animales domésticos y las alegres aves parleras. Todas las criaturas del Señor fueron pasando, hasta que llegó la abeja. A la abeja le había sido ya dado el privilegio de fabricar la dulcísima miel. Y Dios le preguntó:


¿Qué quieres ahora? Ya tienes la miel, tesoro codiciado por los hombres. Si lo deseas, te daré una casita de oro para que guardes esa

miel.


—¡No, Señor! contestó la abeja-. Los hombres codciarán la miel, y si está guardada en casa de oro, aún será mayor su codicia. Dadme un arma con que herir al hombre si viene a coger la miel.


La miel será suficiente para ti y sobrará para el hombre -dijo el Señor—. Y además tendrás lo que pides.


Y en su cuerpo brotó el aguijón. Y Dios, para castigar el mal corazón de la abeja, dicen que dispuso que una vez que la abeja clavase el aguijón, muriese.


:Y así ocurre cuando la abeja usa su arma contra el hombre, su rey y señor.


Vicente García de Diego 





sábado, 28 de septiembre de 2024

Los Lorenzo de Lousada = Lugo

 

Algo pasaba con aquella familia de los Lourenzo de Lousada, y aun con los otros vecinos del lugar: cada vez eran más cortos de talla. El abuelo dio la de quintas, pero el padre ya se libró, que no llegó al metro y medio, y ahora los hijos de este ya aparecían enanos de vez: anchos, eso sí, y barrigudos pero a los quince años, sobre el metro de estatura. Los otros vecinos eran algo más altos que los Lourenzo, pero poco más. Los más, también librarían del servicio por cortos de talla. El abuelo veía aquella descendencia de los Lourenzo tan reducida de tamaño y se dolía.
— Vádesvos ter que ganar a vida como nanos!—le decía a los nietos.
Pero eso no le gustaba. Un día reunió a la familia y les explicó el proyecto que venía meditando desde hacía largo tiempo.
—Lousada —explicó—, es uma tierra muy buena, y las vegas del fondo, en la bajada del río, son de las mejores de la provincia. Ya veis lo que pasa con las patatas. Traemos simiente de la montaña, que son tierras duras y pobres, sembramos aquí en la valiña, y cogemos unas patatas hermosas. Si hiciéramos lo contrario, si llevásemos simiente de patata del valle a la montaña, la cosecha sería mala, ya que nuestras patatas iban de estas tierras viciosas a las tierras abesías, de allá arriba. Pues lo mismo que pasa con las patatas, pasa con la familia de los Lourenzo, cuyos somos, dispensando. Así, pues, hay que renovar la simiente, y tú, Francisco —dijo dirigiéndose al nieto mayor—, nada de amores con la hija del Vilán, que es de tu talla. Yo la quiero bien, que es muy reidora y trabajadora, y me gusta escucharla cantar- cuando viene del prado, pero tienes que buscar novia entre las más altas de Fornelos, que ya buscaremos en la feria del 23 la que más le convenga.
El nieto Francisco se resistía, porque le gustaba Antiña del Vilán, que le había bordado un pañuelo y era en verdad muy graciosa y pensaba hacerse peluquera de señoras. Pero el abuelo de los Lourenzo se puso serio, amenazó con desheredar, con vender tierras y marcharse a La Coruña donde tenía una sobrina, y al fin Francisco aceptó buscar novia en Fornelos, o permitir que se la buscasen, para comprobar si en humanos era cierta la teoría que acerca de las patatas sostenía el abuelo. A este, en la feria del 23, le gustó mucho una que se llamaba Cristina, alta, blanca, con mucha pechuga, piernas gordas y pie grande, muy seria, y lo que tenía de hermoso eran los ojos verdes. Era de familia conocida, y tenía muchos hermanos y primos. La fecundidad parecía asegurada. Volvieron a verse en otra feria del 23, comieron pulpo juntas ambas familias, y Francisco dio un paseo a solas con la Cristina por detrás de los toldos. Me dijo uno de Roces, que pasó cerca de ellos, que la Cristina tenía al Francisco en brazos, como quien le da un colo a un bebé. Habladurías, y quizás envidia de una moza tan hecha como aquella Cristina. Hubo boda, y vinieron hijos, que probaron, con su talla, lo acertado de la tesis del abuelo. A los diez años, los dos mayores ya le pasaban unos dedos al padre, y el tercero iba para gigante si seguía así. El abuelo le llamaba Sansón.
El abuelo se murió feliz riendo el excelente resultado que había imaginado, y la buena simiente que había traído de la montaña al valle. Debe haber una ley que lo rija todo desde las patatas a los humanos.

Alvaro Cunqueiro

Como San Sebastián se libró de Sansón

 

En Guipúzcoa existen, repartidas por toda su geografía, varias piedras de tamaño colosal a las que se denomina Sansonarri y que deben su nombre a que fueron lanzadas desde montes vecinos por el héroe legendario Sansón. 
Sansón fue hijo de Zora, de la tribu de Dan, y fue destinado por Dios para salvar a los israelitas de los filisteos. En efecto, un ángel se acercó a su esposa y le señaló que tendría un hijo de fuerza descomunal, capaz de desgarrar sin ayuda de nadie un león y de vencer a los filisteos incluso cargado de cadenas.
Como nazareno que era, Sansón debía abstenerse de beber vino o sidra, pasar una navaja sobre su cabeza o acercarse a una persona muerta. 
Antes de que la bella Dalila causara su perdición cortándole la cabellera mientras dormía, en un ataque de furia arrojó en Tolosa una piedra en forma de obelisco desde el monte Uzturre. La peña de Arrióla está entre Cegama y Segura. Allí cuentan que Sansón quiso lanzarla desde el monte Aitzkorri para destruir San Sebastián, pero al tirarla resbaló con unos excrementos de oveja, por lo que no la alcanzó. 
De este modo, la ciudad se salvó de su fuerza y de su ira.

("Ciudades y Leyendas" de Manuel Lucena Giraldo)

Leyenda sobre Jesús Nazareno = Jaén

 


Cuenta la leyenda que un misterioso anciano pidió alojamiento en una casería a las afueras de Jaén, hoy conocido como Casería de Jesús. En la puerta de la casa, reposaba el tronco cortado de un árbol y el anciano comentó a los dueños que él podría hacer una talla de Cristo con esa madera y que solo necesitara un lugar tranquilo para trabajar. 
Así que se encerró en una de las habitaciones de la casa y durante toda la noche no se escuchó ningún ruido, ni tampoco durante toda la mañana del día siguiente por lo que los dueños de la casa decidieron entrar en la habitación para ver que sucedía. El hombre ya no estaba, nadie lo había visto u oído salir. Y en el centro del habitáculo, junto a restos de virutas y trozos de madera, se erigía la talla de un Jesús Nazareno.

Wikipedia 

La catedral de Segovia y el carro del diablo

 

La Catedral de Segovia  está relacionada con un enclave de la Sierra de Guadarrama a través de una antigua leyenda en la que también interviene el mismísimo diablo. No nos estamos refiriendo a la magnífica Catedral de Segovia que actualmente contemplamos, cuyo nombre completo es  Santa Iglesia Catedral de Nuestra Señora de la Asunción y San Frutos, o de forma más sincrética, Catedral de Santa María de Segovia. Nos referimos a la antigua Catedral de Segovia, que fue prácticamente destruida en el año 1520 durante las feroces contiendas de la Guerra de las Comunidades de Castilla. La actual se construyó entre los siglos XVI y XVIII, precisamente para sustituir a la que es objeto de la leyenda. La antigua se encontraba junto al Alcázar, y las obras finales de su construcción se encargaron al insigne arquitecto Juan Guas allá por el Siglo XV.
Cuenta la leyenda que Juan Guas no veía el momento de terminar las obras, y que era apremiado una y otra vez para finalizarlas. Preso de la desesperación y para acabar las dichosas obras, hizo eso que llaman “un pacto con el diablo”. Dice la leyenda que gracias a ese pacto los carros cargados de piedra iban llegando rápidamente a Segovia. Lo hacían a través del Puerto del Reventón, un paso de montaña situado entre el Valle del Lozoya y La Granja de San Ildefonso, municipio este ultimo ya cercano a la capital segoviana.
Cuando faltaba el último carro cargado de piedra, el arquitecto ya confiado en terminar, decidió romper su pacto, y ya sabemos que Satanás no encaja bien esos desplantes. Así que ese último carro quedo completamente petrificado en el Puerto del Reventón sin llegar nunca a su destino, impidiendo que las dos torres catedralicias quedaran terminadas.
Actualmente podemos ver el supuesto carro en la subida al Puerto, y la verdad es que si le echamos imaginación, ese conjunto de bolos de granito puede parecer un carro, o algo similar. Lo cierto es que una de las dos torres de la antigua Catedral de Segovia era de menor altura que la otra. También dicen que solamente tuvo una. Vaya usted a saber. 

Guadarramistas 

El ladrón de San Ildefonso - Jaén

 Se encuentra sobre uno de los contrafuertes (Basílica de San Ildefonso. Contrafuertes) del lateral de la Basílica de San Ildefonso, concretamente sobre el contrafuerte que se encuentra a la derecha de la Portada Renacentista (Basílica de San Ildefonso. Portada Renacentista).

Cuenta la leyenda:
Un individuo que se introdujo en la iglesia de San lldefonso y sustrajo el preciado tesoro de la Virgen de la Capilla, Patrona de la ciudad.
Esto supuso para los jiennenses una verdadera ofensa por la veneración que el pueblo tenía hacia su Patrona y por el carácter sagrado del templo en el que se había cometido el delito.
El hombre en cuestión intentó escapar de la ciudad pero cuando se encontraba a punto de conseguirlo cayó fulminado por razones que aún hoy se desconocen.
Gracias a este desmayo inexplicable, las autoridades pudieron apresar al fugitivo y decidieron aplicar las leyes vigentes de la época en materia de ajusticiamiento.
Así, para los ladrones, se establecía la amputación de los brazos, pero el hecho de haber robado dentro de la casa de Dios hizo que la condena fuese mucho más dura en el caso de este fugitivo.
Así, se estableció que su cuerpo fuera desmembrado y que sus miembros fueran expuestos públicamente.
En la época era costumbre exponer miembros amputados de los criminales a las puertas de las ciudades para advertir a los visitantes de la contundencia de la justicia local.
Sin embargo en esta ocasión, se decidió que, en lugar de exponer los miembros del ladrón en el lugar habitual (situado por encima de la actual calle La Luna), se mostraran en la fachada de la propia iglesia de San Ildefonso.
Durante mucho tiempo, los brazos, las piernas y la cabeza del desgraciado fugitivo permanecieron en lo más alto de las paredes exteriores del edificio sagrado.
Pero con el paso del tiempo, los propios ciudadanos llegaron a cansarse de contemplar tan tremenda imagen a diario por las calles de la ciudad brazos, piernas y una cabeza humanos colgaron durante meses en la portada de la iglesia que da a la plaza del mismo nombre.
Fue así que el pueblo de Jaén se movilizó para retirar los restos del ladrón de la fachada de la iglesia.
Pero para que quedara constancia de lo que había ocurrido y, a modo de castigo ejemplarizante, decidieron hacer una réplica de la cabeza del ladrón para que el pueblo no olvidara las penas que se aplicaban por semejantes delitos.
La cabeza de piedra ha podido contemplarse a la perfección hasta hace bien poco justo en el vértice de uno de los contrafuertes junto a la torre del reloj, al mismo nivel de un pequeño tejadito. En la actualidad, resulta difícil aunque no imposible poder observarla con claridad debido a que hace unos años se instaló justo delante de la pieza un sistema de canalización de aguas que impide su perfecta localización.

Francis

viernes, 27 de septiembre de 2024

Leyenda de la casa de la Cruz


Vamos con una leyenda, porque la Villa y Corte también las tiene. En la calle del Sacramento esquina a la del Rollo estuvo situada la llamada casa de la Cruz, cuya leyenda, una de las más antiguas, es también de las más románticas. En tiempos de los árabes, vivía en esta casa un matrimonio musulmán, cuya esposa, joven y bella como es de rigor en las leyendas, mantenía amores secretos con un caballero cristiano. Cierto día el caballero desapareció y nunca más se supo de él.
Cuando el moro murió, su esposa desveló el secreto guardado celosamente por años: su marido la había sorprendido con su amante y furioso, mató al caballero, enterrándolo en el tejado de su casa. La joven enamorada, tras convertirse al cristianismo, mandó levantar una cruz de madera en el tejado, la cual, según se dice, hasta que fue derribada la casa, se reflejaba cada atardecer en la pared lateral de la casa de Cisneros, hoy unida al Ayuntamiento por medio de un pasadizo cubierto.

Curiosidades de Madrid - Isabel Gea

El Conde Estruch - Llers


El Conde Estruch (en catalán Comte Estruc) según las leyendas de Cataluña fue un noble catalán del siglo XII llamado Guifred.

Leyenda
La leyenda dice que el rey Alfonso II de Aragón envió al anciano Guifred hasta el castillo de Llers (Alto Ampurdán), donde murió asesinado en 1173. Al llevar una vida poco cristiana, el conde se convirtió tras morir en un ser endemoniado que chupaba la sangre de los lugareños de la zona y dejaba embarazadas a jóvenes que darían a luz a entes monstruosos que morirían recién nacidos.
Aterrorizó a la población cercana hasta que una anciana monja -en algunos casos un ermitaño judío que le hizo descansar con ritos relacionados con la cábala- consiguió acabar con él.
El castillo perduró entero hasta la Guerra Civil Española (1936-1939), durante la cual fue destruido en gran medida. Además, esta leyenda es uno de los escasos mitos españoles relacionados con el vampirismo, como la Guajona cántabra.

(Wikipedia)

Ojancos (Gigantes ciclópeos)

 


La DRAE recoge este término como un adjetivo aumentativo y despectivo, como sinónimo de “Cíclope”. J. M. de Barandiarán relaciona al ser mítico de un solo ojo, con los ogros o gigantes que aparece en cuentos castellanos como “El ojanco” y otros nombres parecidos. Estos cíclopes castellanos, también conocidos como “ojarancos” “ujancos” o “ojaranquillos”, se les representan como una especie de seres simiescos de barbas tan ásperas como cerdas de jabalí que le llegaban a las rodillas y así le tapaban el cuerpo, pues solía ir desnudo. Su peculiaridad era tener dos filas de dientes y un único ojo brillante que le ocupaba casi toda la zona frontal (y en algunos relatos populares se atribuyen además dos cuernos). Era ágil como las águilas y con una extremada fuerza. Habitan en montañas, cuevas, posadas o castillos. Suelen disponer de rebaños (pastores, como en La Odisea) o de un ejército y servidores coaccionados, y les gusta de la carne humana.  El mito está emparentado con sus “primos”, el Xigante gallego y el Patarico asturiano, junto a su “hermano” cántabro el Ojáncanu.
Estos seres han sido recogidos no solo en leyendas, como ejemplo La cueva de los gigantones en Alcalá de Henares (Madrid) o El Gigante del Valle Estrecho en San Martín de los Herreros (Palencia). También en los cuentos populares castellanos [“Cuentos castellanos de tradición oral” (1983), “Cuentos populares de Castilla” (1946)] como también en relatos de escritores eruditos como Luis Vélez de Guevara en “El caballero del Sol” (1617). Mencionándose también en la obra de Fray Benito Jerónimo Feijoo, “Teatro crítico universal, tomo segundo” (1728) en contra de las supersticiones populares de la siguiente manera: "Ya se sabe que en ninguna parte de la Tierra hay Pigmeos, ni Ojancos, ni Hipógrifos, ni hombres con cabezas caninas, ni otros con los ojos en el pecho, ni aquellos de pie tan grande, que con él hacen sombra a todo el cuerpo, u otras monstruosidades semejantes."
Además, se conoce de su versión femenina, como la Ojáncana o en Piedrabuena (Ciudad Real) denominada la Ojanca. Ésta, era usada para asustar a los niños, cuyo nombre explicaban los lugareños en razón de que tenía un ojo muy grande.
En la provincia de Jaén se halla el municipio de Arroyo del Ojanco. Aunque aquí probablemente la palabra Ojanco no se refiera al mitológico ser, sí no a una confusión con la denominación de un batán y unas torres que posteriormente darían nombre al municipio. Estas torres y el batán eran conocidos antiguamente con el nombre de Ojanco. No hay tampoco testimonios en los cuentos, leyendas y mitos de la zona acerca de ningún ser denominado ojanco.

Un monstruo en la Fuente de la Peña,- Jaén

 

En el sur de Jaén, en la carretera hacia la localidad de Los Villares a poco menos de 500 metros de las ultimas casas, se encuentra el paraje de la Fuente de la Peña, de la roca mana un manantial, hoy en día es una de las fuentes de abastecimiento de agua para la ciudad. Donde desde tiempos antiguos, siempre han estado enclavados unos lavaderos públicos. Los cuales han llegado hasta nuestros días. 
Después de esta pequeña descripción de la zona paso a relataros la leyenda.
Una noche que pasaba un arriero con su recua de mulos, por los lavaderos de la Fuente de la Peña en dirección a Jaén. Oyó los llantos de un niño, este hombre pensó que podría ser el hijo de alguna lavandera que se había extraviado, en la oscuridad de la noche y guiado por los llantos, se acerco al lavadero y vio a un niño de unos tres años de edad. Lo acurruco entre sus brazos, tratando de calmarlo, una vez el niño se tranquilizo lo sentó en la mula de atrás y se dirigió hacia la capital, una vez entrando por el barrio de la Glorieta, noto que el animal andaba con un paso fatigoso, como si llevara una gran carga. Al girarse atónito con lo que sus ojos estaban viendo, el niño no estaba, en su lugar y sobre la mula había un ser monstruoso y de unas dimensiones enormes, con una cara terrible y unos dientes enormes, el cual dirigiéndose al arriero le pregunto.
¿Tienes dientes como yo?.
El hombre despavorido descabalgo de la mula de un salto y sin preocuparse de los animales, que quedaron desperdigados por las calles, hecho a correr, como alma que lleva el diablo, santiguándose por todo el camino hasta su casa.

El desván de Julio

jueves, 26 de septiembre de 2024

La Bruja convertida en piedra = Gerona

 La bruja que se convirtió en piedra


Hace muchísimos años, en la ciudad de Gerona vivía una vieja, de quien los vecinos contaban extrañas historias y que era tan temida como odiada. Decíase que era bruja. Aseguban unos que una noche había pasado junto a ellos un gran gato negro y que, habiéndole tirado una piedra uno de los convecinos, que

hirió al animal en la cabeza, pudo verse al otro día a la vieja que estaba con una venda en la frente. Otros aseguraban que la habían visto volar por los aires, cantando la Canción de los días de la semana, y que iba a un aquelarre a adorar al macho cabrío. Otros, en fin, la acusaban de ahojadora 


Cierto, que esa mujer era bruja. Tenía las malas Artiés de la brujería desde muy joven, y había crecido siempre en un frenético odio a la religión y a la iglesia y cuéntaselo que cuando no era observada por nadie volvía a coger unas piedras y volvía a tirarlas contra las paredes de la caatedral. Pero el buen Dios irritado contra la perversa arpía quiso castigarla y dijo: «Pedres tires, ;piedras tirarás, de pedra restarás”. Y de pronto convirtióse en gárgola, quedando pegada y empotrada en uno de los contrafuertes del claustro, cerca de la llama torre de Carlomagno.


Al día siguiente los vecinos, admirados, vieron cómo había surgido en el muro la deforme figura de piedra, y como advirtieron que sus rasgos recordaban a los de la vieja bruja, comprendieron que había sido castigo del cielo a una mala mujer. Y ya respiraron libres del temorque leshabían producido siempre sus mágicos e infernales poderes,

Años y años la gárgola de la bruja ha vertido el agua de lluvia, y así persiste

y persistirá, como muestra de la justicia del Señor.


Vicente García de Diego 




miércoles, 25 de septiembre de 2024

Leyendas del Convento de Santa Isabel de los Ángeles - Córdoba

 

Existen diferentes leyendas asociadas al Convento de Santa Isabel de los Ángeles que fueron escritas por Ramírez de Arellano en Paseos por Córdoba
Entre su patrimonio se cuenta que existe un imagen del Niño Jesús que antaño tuvo fama de milagroso: aquella persona justa que realizara su petición ante él, recibía una sonrisa en señal de asentimiento.
También es más o menos milagrosa la aparición de la Cabeza de Jesús Crucificado. Según la leyenda, un marinero vio algo (una red??) flotando a la deriva. Curioso, se acercó y lo recogió. Una vez hubo quitado los peces, descubrió la escultura, que trajo a Córdoba para ser donada a este convento.
Una de las hermanas de la comunidad, llamada Sor Magdalena de la Cruz, tuvo fama de santa por los muchos milagros que se le atribuían, como el ver una procesión a través de los muros de la celda en que la enfermedad la mantenía encerrada, tantos, que se cuenta que el rey mandaba sus reliquias para que se las bendijera. sin embargo nada tenía de bendita, o así lo afirmaron dos monjas que vieron entrar una noche a un joven apuesto en la habitación de la santa, y le oyeron decir "Así me tratas, cuando te he dado todo cuanto has pedido?". Con ello, no les quedó duda de que todos los prodigios procedían del demonio y no de Dios. La denunciaron al tribunal de la Inquisición y, tras días de tortura, acabó confesando sus tratos con el diablo. Debido al arrepentimiento que mostró, la sentenciaron a vivir el resto de su vida en un convento fuera de Córdoba, dónde cada día debía postrarse en el suelo y servir de alfombra a sus hermanas, a fin de mostrar cuan indigna era.
También se cuenta, relacionado con este convento, la historia de dos hermanos huérfanos. La muchacha se enamoró de un joven. La relación no era posible, pues el joven era de clase inferior a ella, de modo que al enteresarse su hermano, prohibió la relación. Mas la joven no atendía a razones por lo que su hermano la encerró en el convento para impedir que se vieran. Fue inútil: no sé sabe cómo pero los amantes consiguieron verse y trazaron un plan de fuga. La noche indicada, la joven huyó del convento junto a su amado. Enterado el hermano por un amigo, salió tras ellos, logrando alcanzarlos. A ella, sin mediar palabra, la mató allí mismo. A él, en cambio lo desarmó, y cuando el joven se disponía recibir la muerte, vio con sorpresa como el caballero daba media vuelta. Ante semejante gesto, no pudo menos que preguntar el por qué, a lo que el otro contestó: Tú no has manchado mi honra.

Cordobapedia

La leyenda del Puente Mayor de Valladolid

 

La leyenda que asegura que el Puente Mayor de Valladolid no fue construido por el hombre

Un enfrentamiento por un capricho desencadenó un final fatal en las aguas del Pisuerga

Una de las leyendas más recónditas de la ciudad de Valladolid es la que acompaña a la construcción del Puente Mayor y tiene por protagonista al diablo, por lo que la imaginación puede dar a pensar que el desenlace de esta historia no es de esos felices y entrañables. La trama principal no es una mera casualidad, fue narrada por el escritor Antonio Martínez Viérgol a finales del siglo XIX y fue él quien se encargó de avisar al lector de que todo lo que se viene «es muy feo».

En esta historia se desarrollan varios personajes, empezando por narrar la convivencia de dos familias de la ciudad: los Reoyo y los Tovar. Los herederos de cada círculo presumían de atractivo físico pero, por lo general, al heredero de los Tovar se le conocía por su carácter caprichoso con las mujeres y a Reoyo, por su genio y su orgullo y porque no congeniaba muy bien con las féminas. Estas circunstancias despertaron en el segundo de ellos un odio singular hacia su vecino. Tanto que poco tardaron en convertirse en enemigos.

Una maldición de amor

En esta historia falta aún por aparecer otro personaje crucial, Flor. La joven, hija de un labrador que antaño fue soldado, que debía de ser, al menos de acuerdo con Martínez Viérgol, una joven de extraordinaria belleza. Poco tardó Tovar en interesarse por la muchacha y poco tardaron ambos en concertar una primera cita cerca de las aguas del Pisuerga. Es así como, una noche, el joven enamorado Tovar se dispone a tener su primer encuentro con Flor y, mientras se encamina al lugar, el tiempo empieza a cambiar. Una fuerte tormenta empezó a caer sobre Valladolid y, apurado, Tovar se dispone a cruzar el Pisuerga. 

Lo que no se esperaba fue encontrarse con su enemigo Reoyo por el camino. En el momento en que Tovar da muerte a su oponente, como si fuese por arte de magia, la tormenta se intensifica de tal forma que las aguas del Pisuerga se revuelven estrepitosamente. Obcecado por la ira, el joven se desespera y se encomienda al diablo. Acto seguido, las aguas del Pisuerga se separan y de entre ese abismo surge Satanás entre llamas y un ligero tufo a azufre rodeado de su secuaces (un grupo de pequeños diablillos). «Yo un puenteDe aquí en adelante surgen multitud de especulaciones. Hay quien dice que surgió de la nada, otros aseguran que fue construido en un instante por cíclopes gigantes comandados por un enano e incluso quien perjura que búhos y lechuzas trajeron los materiales. De cualquier manera, el Pisuerga se planta, de repente, cruzado por el Puente Mayor de Valladolid. Por su parte, Tovar, cruzó la nueva vía a la carrera pero por más que anduvo y buscó no encontraba a Flor. Casi antes de darlo por perdido se topó con el cuerpo de la joven inerte. forjaré para que la veas», sentenció con fuerza Satán.

La culpa atormentaba al pobre Tovar, que no tardó en retirarse a Sierra Morena donde se encomendó a la limosna el resto de su vida. Se dice que el joven murió treinta años después del suceso del Puente Mayor y, antes de morir, recordando su cita imposible con Flor dedicó sus últimas palabras: «¡Me marcho con ella!».

Así se forja el Puente Mayor, o al menos en una leyenda que ha ido transcurriendo generación tras generación y se ha convertido hoy en día en una curiosidad más de Valladolid.

El Norte de Castilla 



La torre de los Encantados = Barcelona

Sobre un cerro, muy cerca de Caldas de Estrac, se levanta la torre de los Encantados. Cuéntanse, acerca de esta torre de los Encantados, div...