El Conde Estruch (en catalán Comte Estruc) según las leyendas de Cataluña fue un noble catalán del siglo XII llamado Guifred.
Leyenda
La leyenda dice que el rey Alfonso II de Aragón envió al anciano Guifred hasta el castillo de Llers (Alto Ampurdán), donde murió asesinado en 1173. Al llevar una vida poco cristiana, el conde se convirtió tras morir en un ser endemoniado que chupaba la sangre de los lugareños de la zona y dejaba embarazadas a jóvenes que darían a luz a entes monstruosos que morirían recién nacidos.
Aterrorizó a la población cercana hasta que una anciana monja -en algunos casos un ermitaño judío que le hizo descansar con ritos relacionados con la cábala- consiguió acabar con él.
El castillo perduró entero hasta la Guerra Civil Española (1936-1939), durante la cual fue destruido en gran medida. Además, esta leyenda es uno de los escasos mitos españoles relacionados con el vampirismo, como la Guajona cántabra.
La leyenda dice que el rey Alfonso II de Aragón envió al anciano Guifred hasta el castillo de Llers (Alto Ampurdán), donde murió asesinado en 1173. Al llevar una vida poco cristiana, el conde se convirtió tras morir en un ser endemoniado que chupaba la sangre de los lugareños de la zona y dejaba embarazadas a jóvenes que darían a luz a entes monstruosos que morirían recién nacidos.
Aterrorizó a la población cercana hasta que una anciana monja -en algunos casos un ermitaño judío que le hizo descansar con ritos relacionados con la cábala- consiguió acabar con él.
El castillo perduró entero hasta la Guerra Civil Española (1936-1939), durante la cual fue destruido en gran medida. Además, esta leyenda es uno de los escasos mitos españoles relacionados con el vampirismo, como la Guajona cántabra.
(Wikipedia)
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