domingo, 10 de noviembre de 2024

La torre de los Encantados = Barcelona

Sobre un cerro, muy cerca de Caldas de Estrac, se levanta la torre de los Encantados. Cuéntanse, acerca de esta torre de los Encantados, diversas leyendas. Una de ellas es la de una muchacha pobre, nacida en una de las más humildes casas del pueblo, que desapareció, sin que nadie pudiera descubrir su paradero.

Los padres, desesperados, la lloraban ya como una muerta, cuando un buen día volvió a su casa, llevando con ella grandes riquezas en joyas, oro y piedras preciosas.


Contó entonces que una tarde estaba sentada al pie del cerro de la torre de los Encantados, cuando vio acercarse a ella un águila enorme. Quiso huir; mas no pudo. El águila se le acercó, la cogió con sus garras con todo cuidado, como si procurara no hacerle daño, y la llevó al interior de la torre de los Encantados.


Una vez allí, el águila convirtióse en un apuesto joven, que la saludó cortésmente y le dijo que estaba en ese lugar encantado por las malas artes de un mago que había querido separarlo de su adorada No podía salir del castillo tal como entonces era, o sea con su figura primitiva, ya que, en el momento en que lo intentaba, se convertía en águila. Este encantamiento debía durar hasta que una virgen quisiera permanecer por su propia voluntad en el castillo, esperando que viniera una paloma blanca que la besaría en la cara. Cuando esto sucediera, él volvería a su forma humana y podría reunirse con su amada Conformóse la joven y quedóse en la torre de los Encantados donde nada le faltaba.


Unos geniecillos arreglaban todos los días la casa, por las mañanas, y preparaban suculentas comidas. El águila venía de vez en cuando a su ventana para preguntarle si carecía de algo, y todos los días encontraba junto a su lecho un nuevo obsequio que añadir a los muchos que constantemente recibía.

Así pasaron muchas semanas, hasta que una mañana, al amanecer, cuando lla joven recostada en un diván contemplando cómo el sol iba surirgiendo a lo lejos, por entre las aguas del mar, entró por la ventana de la torre una paloma blanca, que empezó a revolotear. Inmediamente apareció el águila, que, con los ojos brillantes como dos carbones, contemplaba las evoluciones de la paloma. Ésta, después de revolotear por la habitación, acercóse al diván y, posándose sobre el hombro de la joven, aplicó su pico en su mejilla y al monento el águila convirtióse en el joven al que la joven había visto el primer día, y la paloma, en una hermosa doncella rubia.

-Colmaron de riquezas a la moza pobre y la dejaron que volviera a casa de sus padres. Ellos estaban ya libres del encantamiento del mago y podían casase cuando quisieran.


Esto es lo que la joven contó y una de las leyendas que más se cuJentan de la torre de los Encantados.


Vicente García de Diego 






sábado, 9 de noviembre de 2024

Las sirenas extremeñas

 

Si alguien piensa que Extremadura no tiene sirenas por no tener mar se equivoca. Extremadura es la región con más kilómetros de costa (dulce, eso si) de España, y nuestra mitología está repleta de preciosas mujeres con cola de pez que embrujan con su melodiosa voz y sus largos cabellos a los incautos que osan acercarse a sus territorios acuáticos.
Y no solo tenemos sirenas, sino que tenemos a la madre de todas las sirenas. Que digo a la madre… ¡a la abuela de todas ellas! Porque 2000 años a.C.  alguien  vio una en el Tajo. O la soñó. Y la dibujó. Y aún se conserva esa pintura rupestre en una covacha de las escarpadas rocas de lo que hoy es un Parque Natural. Es la Sirena de Monfragüe.  
Y fíjense si tendremos sirenas en Extremadura que hasta una comarca recibe el nombre de una de ellas, porque cuenta la leyenda que La Serena se llama así por una bella criatura mitológica que nadaba a sus anchas por estas tierras.
Villanueva de la Serena, según afirma la leyenda, recibe el nombre de una deformación de “Villanueva de la Sirena”. Y es que al parecer, un ejemplar de esta bella criatura vivía en los remansos del río, junto al castillo de la Encomienda, antes árabe Mojáfar y también llamado de Castilnovo.
Destaca en ella, como en toda sirena que se precie, el atractivo que su hermosa voz ejerce sobre quienes, en el silencio de las noches apacibles, tienen ocasión de oírla cantar acompañándose de algún instrumento. Antonio Agadez afirma que esta criatura tiene:
“cuerpo de diosa, cara de luna, tez de alabastro, verdes los ojos, las manos blancas…voz melodiosa y andar de reina que cautivaba a los más garridos mozos, entre ellos un conde de Castilnovo, que atraídos por sus encantos, y hechizados ante la imagen que mostraba el espejo de las aguas, morían de amor”.
Aún puede verla, quien quiera, en el escudo que se encuentra en el ayuntamiento y en la estatua que, como símbolo de la ciudad, se erige entre el agua y el cielo en  el parque de la Constitución.
Otra que tal canta es la Sirena de Usagre, conocida como La Cantamora, bella agarena enamorada del consabido cristiano al que su padre, alcaide de la fortaleza, ordena dar muerte. La desdichada se arroja entonces a la fuente de La Luna, se abren las aguas y se tragan a la bella mora, que desde entonces se ve convertida en sirena y condenada a emerger de la piedra  cada  noche de San Blas, cuando el agua del manantial sirve de espejo a la luna,  y acicalarse en la fuente entonando dulces canciones, mientras peina sus cabellos con peines de plata, marfil y coral.
Pero La Cantamora no está sola. Dos toros negros la acompañan en su salida anual, y se asegura que quien la ve, muere indefectiblemente.
Y si alguien piensa que es difícil que una sirena viva en una fuente, que no se extrañe, porque la de Usagre no es la única. Cristóbal Cansado y Antonio Gómez recogen testimonios en Talavera la Real que afirman que en la Fuente Vieja o Fuente del Caballo,  vivía una hermosa sirena, que salía al caer la tarde  a cantar.
Incluso había campesinos que agradecidos, por que la sirena les había regado sus huertas durante la noche, le dejaban en el brocal de la fuente pescado para que se alimentara. Y comprobaban a la mañana siguiente que sólo quedaban las espinas.
Los lugareños aún recuerdan como las mujeres embarazadas, acudían todos los días, al atardecer, “a tirarle la piedra a la sirena”. Y aún en los años cuarenta y cincuenta era frecuente que niños y niñas se acercaran a la fuente, cuando el sol comenzaba a esconderse, para intentar vislumbrar a la sirena.
Desconozco el origen de la sirena talaverana, pero es bien sabido que la maldición es la forma más fácil de convertirse en medio pez, y por encima de todas las maldiciones está la que realiza una madre. Eso fue lo que le ocurrió a la sirena de Garrovillas.
Afirma Moisés Marcos de Sande que una joven del pueblo fue condenada por su madre a permanecer en el agua, transformada en pez, por “un quítame allá esos novios”. La antaño casquivana joven emerge aún hoy en las claras noches de luna a la superficie, con hermosa cabeza, cuerpo de escamas y cola de pez, atrayendo a los pescadores que se precipitan a las aguas atraídos por su belleza, pereciendo ahogados.
Nadando hacia el norte llegamos a Las Hurdes, donde según cuenta Flores del Manzano,  una mañana de San Juan  se apareció una “serena” en el Charco Hoyón, en el término de Caminomorisco, del que se dice que comunica con el mar.
La Dama se peina y canta, y con su voz melodiosa hechiza a un pastor que la contempla. La “serena” se vuelve, increpando al desdichado:

Como ya me descubriste
Tienes los dias contados
Que soy la mitad mujer
Y soy la mitad pescado 

En el momento en que pronuncia estas palabras, se produce una tremenda explosión, y lo que era un simple arroyo se convierte en un río caudaloso y torrencial que arrampla con todo lo que encuentra a su paso.
Sin salir de la comarca, pero adentrándonos en los inicios del siglo XX se habla sin parar de la extraña sirena que se deja ver en las cercanías del poblado de Aceitunilla, conocida como “La sirena de la Pesga”, mucho menos romántica pero más enigmática que todas las anteriores.
 Iker Jiménez localiza y entrevista a finales del siglo XX al hijo de un observador de excepción  de esta enigmática criatura, Pedro Martín, quien, a mediados de los años treinta se la encuentra de bruces mientras se baña en laguna de La Madroñosa.
Al nadar hacia la orilla nota un escalofrío que lo deja medio paralizado. Saliendo al exterior, a unos diez metros de donde se encuentra, aparece una criatura semejante a un anfibio de color cenizo con aletas a medio formar y una larga cola gruesa que se mueve  de izquierda a derecha sumergida en las cristalinas aguas.
A Pedro se le hiela la sangre cuando observa que el extraño ser tiene una cara humana totalmente deformada, muy plana, “pero con mirada triste de persona en ese cuerpo de animal”.Fue el último avistamiento de un ser que muchos juraron haber visto desde el año 1920 en las aguas de la zona.
 No debería extrañarnos, porque ya en 1850 el exagerado de Borrow, en “La Biblia de España”, declaraba refiriéndose a Las Hurdes:

“No hay tierra tan fascinante como esta. Tiene sus secretos y sus misterios. Muchos son los que se perdieron en ella y no ha vuelto a saberse nada de su paradero. Existen profundas lagunas habitadas por monstruos…” 

No era para tanto, pero el encanto de lo secreto no lo ha perdido. Como las sirenas extremeñas.

(Hoy)

EL HOMBRE PEZ DE LA LAGUNA DE LA MADROÑOSA - ACEITUNILLA (Cáceres)

 

En plenas Hurdes, concretamente cerca de la alquería de Aceitunilla nos encontramos una laguna conocida como “La Madroñosa”, en aquel lago, a mediados de los años 30 del pasado siglo Pedro Martín vivió una experiencia que cambiaría su vida para siempre.
Según le contó su hijo a Iker Jiménez, cierto día Pedro se encontraba bañándose plácidamente en la laguna, nadaba hacia la orilla cuando pudo observar un extraño pez gigante sumergido bajo él lo que le hizo acelerar el ritmo para salir cuando antes. No hizo nada más que llegar a la orilla y dirigir su vista hacia la laguna, en aquel momento un escalofrío recorrió todo su cuerpo: a unos diez metros de él una extraña criatura gigante de aspecto similar a una sirena, nadaba superficialmente realizando movimientos en zigzag. Se mantuvo unos segundos observando a aquella enigmático ser, el cual describió como un anfibio gigantesco de unos diez metros, color grisáceo, con aletas que parecían estar a medio formar y una larga cola gruesa, pero sin duda lo que más le impacto a Pedro fue su rostro, pues el anfibio tenía una cara con grandes similitudes a un rostro humano pero totalmente deformado, muy plano y con la mirada de una persona que se encuentra muy triste.
"A mi padre se le heló la sangre cuando vio una cara humana totalmente deformada, muy plana, pero con mirada triste de persona en aquel cuerpo de animal”

Extremadura Misteriosa 

Ifach - El peñón que surgió el mar

 

Hace mucho tiempo, en el fondo marino en torno a la costa de Calpe habitaba una
numerosa colonia de sirenas, quienes plácidamente nadaban en las cristalinas aguas del lugar, repletas de coral y de multitud de peces de mil colores. Sus quehaceres diarios no consistían en más que recorrer el fondo marino, buscar los mejores bancos de peces y, entre todas, ahuyentarlos hacia la costa para que, sin escapatoria, cayeran en las famélicas redes de los pescadores calpinos. Y eso hacían: ayudaban a los marineros de Calpe a que tuvieran siempre una abundante pesca y, en compensación, estos no las hostigaban ni las molestaban lo más mínimo.
Pero un día apareció, por las aguas del lugar, un irascible y malvado genio que constantemente las acosaba y las perseguía, sin dejarles un segundo de descanso y, por supuesto, impidiendo que realizasen su rutina diaria: ayudar a los pescadores. En poco  tiempo su problema no solo sería el genio malvado, sino también los pescadores, quienes comenzarían a perseguirlas para pedir explicaciones y, quién sabe, tal vez capturarlas.
Desesperadas y sin querer abandonar el que era su hogar, el fondo marino de Calpe, se afanaron las sirenas en pedir ayuda al dios de los mares, Neptuno. No tardó este en oír la llamada de auxilio y, sin demora alguna, envió al lugar a uno de sus mejores genios, un genio benigno que tal pavor causó en su enemigo, el que acosaba a las sirenas, que intentó salir este huyendo a toda prisa del mar y, sin terminar de emerger, allí quedó petrificado, formando el actual peñón de Ifach.
Actualmente, los días que el peñón amanece envuelto en la niebla, cuentan que es el genio malvado intentando escapar de su maldición, pero los primeros rayos de sol siempre consiguen disipar la bruma. También dicen que, quien logre presenciar esto, será feliz para siempre.
¿Quién sabe? Sea como sea, seguro que un amanecer con el peñón de Ifach como escenario no tiene precio.

Sendas y Leyendas.

Túnel entre Medina Azahara y la Mezquita - Córdoba

 

Desde siempre en Córdoba se ha hablado de la existencia de un túnel subterráneo que comunica la ciudad palatina de Medina Azahara con la Mezquita. Dicho túnel, según marca la leyenda, aún no ha sido descubierto, y por él accedía el califa directamente a caballo a la Mezquita para sus rezos diarios.
La existencia de este paso secreto es más que improblable pero su difusión por el boca a boca ha hecho que muchos cordobeses lo cuenten como historia verídica a los visitantes de la ciudad.

Cordobapedia 

viernes, 8 de noviembre de 2024

LA CASA GRANDE DE CILLEROS - Cáceres

 

En el municipio cacereño de Cilleros, situado en la comarca de Sierra de Gata, nos podemos encontrar con una enorme mansión palaciega del siglo XIX, de estilo neoclásico es uno de los inmuebles más característicos de la localidad. Este palacio, de fachada encalada y enlucida, se estructura en 3 plantas y posee casi 2000 metros construidos ocupando toda una manzana en el centro de la población, la podemos encontrar en la calle Santo, junto detrás del Ayuntamiento. Pero el edificio no es célebre por su arquitectura sino más bien por la historia que marca su origen.
Su construcción data de 1863 y cuenta la leyenda que fue construida por amor:
Un joven cillerano se enamora perdidamente de una muchacha del vecino  pueblo de San Martín de Trevejo, ella además de por su belleza destaca también por su hermosa voz. Cierto día el joven decide pedirle la mano a su padre, pero al progenitor de ésta le pareció insuficiente la casa en la que vivía el pretendiente y pensando que su hija merecería algo mejor le deniega la mano hasta que el joven pueda levantar un jaulón (mansión) a la altura de su pajarillo. El joven invirtió todo su dinero y comenzaron las obras de la casa, fue diseñada para que tuviera tantas puertas y ventanas como días tiene el año. Pero el joven se arruina en su intento de complacer a su futura familia política. Enterada la muchacha de la bancarrota de su pretendiente, lo abandona buscándose un mejor partido. Cuentan que él pasó los últimos días de su vida pidiendo limosna en Madrid.
En un principio el inmueble fue conocido como la Casa Nueva, aunque ha perdurado en el tiempo como la Casa Grande o Palacio de los Bacas, este último apelativo debido a que fue la familia Bacas la que compró la casa. Actualmente el edifico se encuentra dividido en tres viviendas, propiedad de sus herederos.

Extremadura Misteriosa 

EL FANTASMA DE SAUCEDILLA - Cáceres

 

Un extraño personaje mantuvo en vilo a la localidad cacereña de Saucedilla allá por el año 1983, las sucesivas apariciones de una tenebrosa criatura a adolescentes del pueblo sembraron el terror.
Mari Carmen, una adolescente de 14 años regresaba a casa sola el 17 de octubre de 1983, ya casi había atardecido, caminaba por la avenida Juan Antonio González Amézqueta, lo hacía cabizbaja, enfrascada en sus pensamientos, la calle se encontraba ya casi en penumbra. De repente, al levantar la cabeza, una extraña figura a lo lejos despertó su inquietud, un extraño personaje se aproximaba caminando por la otra cera en dirección suya. Aquella figura avanzaba con un paso parsimonioso, tenía una estatura descomunal y vestía unos largos y oscuros ropajes. A penas habían transcurrido unos segundos cuando el extraño ser cruzó la calle cambiándose a la acera por la caminaba Mari Carmen y comenzó a avanzar lentamente hacía ella. La adolescente fue progresivamente disminuyendo el paso hasta que se encontró frente a la figura, no debían de separarlos más de cinco metros, Mari Carmen inmóvil, muerta de miedo observaba a este extraño ser que no le quitaba la vista de encima. Entonces pudo fijarse bien en él, solo su envergadura causaba pavor:
Creo que podía medir los tres metros de estatura. Sus ropas eran extrañas, a modo de túnica negra, muy holgada, que le caía a plomo hasta el suelo. No parecía que tuviese pies o, al menos, no los vi. Pero, es que, además, tampoco se le notaban las piernas, que se deberían dibujar en el tejido al caminar. De cualquier forma, aquel ser no se desplazaba como nosotros, iba como flotando a ras del suelo. Se deslizaba siempre a la misma velocidad, uniforme y muy lenta, sin hacer movimiento alguno con el cuerpo. Al llamarme la atención precisamente esto que digo, miré a hacia donde deberían estar sus pies y observé algo que me sigue intrigando ahora. La parte baja de su vestimenta se agitaba como si tuviera algo que echara aire debajo de esos faldones, ¡vaya, que parecía que tuviera dentro un ventilador!.
Mari Carmen observó otros detalles de este tenebroso ser que no podrá olvidar jamás:
En la cabeza parecía llevar un tocado, pero su rostro no lo pude distinguir, no sé si porque el gorro hacía sombra o porque la luz ya era casi inexistente. También, llevaba una especie de bolso o algo colgado. No tenía brazos o no se le apreciaban, tal vez los llevara pegados a los costados 
Durante unos instantes la joven no sabía como podría reaccionar este ser, entre la distancia de ambos se encontraba una bocacalle. Repentinamente y en silencio con la misma pasmosa lentitud con la que se acercó, el extraño paseante se giró internándose por la calle que los separaba. Ella en un acto de valentía, salió detrás asomándose a la calle pero aquella presencia se había esfumado, era prácticamente imposible que  hubiese alcanzando el otro extremo de la calle en tan poco tiempo, pues no debieron pasar más de cinco segundos. Llena de pánico emprendió una desenfrenada carrera hasta llegar a su casa. Cuatro días más tarde, Mari Carmen, acompañada de dos chavales más jóvenes, a los que le había contado la historia, salieron para buscar a esta tenebrosa criatura, y como acudiendo a la llamada este misterioso ser hizo acto de presencia. Se encontraban caminando por una de las calles del pueblo, cuando uno de los chavales vislumbró en el otro extremo de la vía una extraña presencia y comenzó a gritar y señalándola. Un escalofrío recorrió sus cuerpos, los dos adolescentes salieron huyendo rápidamente, pero Mari Carmen se mantuvo inmóvil unos segundos sin quitar la vista de aquella extraña figura, tras un momento de observación salió huyendo tras de ellos:
Estaba allí, parecía observarnos, asomado a la otra esquina. Sólo se le veía la cara, una cara redonda y blanca. Se distinguía perfectamente en la oscuridad, a pesar de la distancia. Era un rostro resplandeciente y sus ojos, también. 
Seguramente por miedo al ridículo y a que no la creyeran, no les contó nada a sus padres hasta pasados dos días, y lo hizo cuando otra chica, Mariví de once años llegó con el semblante desencajado, contando a un grupo de amigos que había visto una misteriosa persona muy alta vestida con un traje largo y negro.
Paralelamente a estos hechos, otra joven del pueblo, María del Mar Mariscal, de 13 años de edad tuvo dos extrañas experiencias con un ser de similares características.
Su primer encuentro se produjo cuando la joven caminaba por la avenida Juan Antonio González, era ya de noche, se encontraba a punto de llegar a su casa, cuando a unos metros de la puerta de su domicilio, observó en mitad de la calzada una silueta alta vestida con unos ropajes largos y oscuros. Esta presencia se mantenía inmóvil, parecía estar observándola. María del Mar la estuvo mirando unos segundos, apartó un instante su vista del inquietante observador y cuando volvió a mirar había desaparecido. Rápidamente se metió en casa, y decidió intentar borrar de su mente aquella visión.
Esa misma noche, unas horas más tarde, la joven volvería a tener otro encuentro con el tenebroso ser, esta vez la situación sería de mayor pánico. María del Mar y su familia no habían hecho nada más que terminar de cenar y la joven se levantó para recoger la mesa, salió al patio exterior de la vivienda donde se encontraba el cubo de la basura para tirar los desperdicios.
Cuando se disponía a tirar las sobras, junto a unos de los postes de la cancela exterior de la casa y dentro de recinto se encontraba inmóvil una figura muy alta, de aspecto humano, llevaba una amplia túnica que no dejaba ver ni pies ni manos, parecía flotar sobre el suelo. Llevaba algo parecido a un bolso en su brazo derecho. Su cabeza tenía forma “apepinada“ y se le veía la cara perfectamente, muy pálida, con el cabello corto peinado hacia los lados y con una marca, parecida a una cicatriz bajo la mejilla izquierda. Los ojos eran muy pequeños, como dos puntos brillantes extraordinariamente oscuros. Medía más de dos metros, pues la columna junto a la que se encontraba, tenía dos metros de altura y solo alcanzaba los dos tercios de su cuerpo.
María del Mar se encontraba solamente a unos pasos de la extraña figura, ésta se mantenía quieta, pero parecía mover los labios como queriendo decirle algo y con la mano derecha le hacía gestos indicando que se acercara. La joven ni siquiera soltó lo que llevaba en sus manos, salió disparada hacía el interior de su casa, con el miedo reflejado en su rostro, entró gritando que algo espantoso se encontraba en el patio.
Su padre salió de la casa raudo, cuchillo en mano, pero en el jardín ya no había nadie y la cancela se encontraba cerrada, esa noche los perros de los alrededores no pararon de aullar y ladrar.
Tras los diversos avistamientos los hechos adquirieron tal relevancia que hicieron intervenir a las autoridades, incluso la Guardia Civil acompañada de numerosos vecinos realizaron los días posteriores batidas por el pueblo y sus alrededores, intentando dar con el extraño ser sin éxito.
Para terminar decir que las misteriosas apariciones han sido descritas de forma similar por todos sus protagonistas y ocurrieron paralelas en el tiempo por lo que todo hace pensar que estamos ante un único extraño humanoide.

Extremadura Misteriosa 

La Tuerta -bandolera = Madrid

 

Otra vez, como en algún caso del bandidaje en esta zona de España, debemos recurrir a la narración contemporánea del inglés George Borrow en su obra “Los gitanos en España”.
Este autor de este estudio sobre la situación de los gitanos en el país, y de otro ensayo interesante como es La Biblia en España, (que ya hemnos mencionado en otros artículos), apunta a que esta etnia en Madrid es incansable en la rapiña, y añade que “andan de aquí para allá por la villa y los arrabales desde la mañana a la noche”, así como que “en las cárceles de El Saladero o en la de la Corte, nunca falta una docena de gitanos”.
Conocedor del pueblo gitano, permaneció algún tiempo en sus campamentos e incluso él mismo apunta que consiguió hablar “caló”, nos deja en la obra “Zincalí: Los gitanos en España”, un comentario sobre la existencia de una gitana dedicada al bandidaje en la sierra de Guadarrama y en la se Somosierra, conocida como La Tuerta, por faltarle un ojo.
Dice Borrow que había en Madrid dos gitanas de gran renombre, Pepita o Pepa, y La Chincharrona, que se dedicaban a leer la buenaventura, y a otros menesteres menos recomendables para todos aquellos a los que se aproximaban.
Un día, Pepa le presentó a sus dos hijas, La Tuerta y La Casdami o La Escorpión, esta última de trece años, que tenía ese mote por la maldad con la que actuaba. No obstante, el relato del autor inglés se inclina más por la primera con la que mantiene un diálogo que reproducimos en algunas de sus partes.
“Soy chalana, hermano, y muchas veces he robado en los caminos, como todo nuestro pueblo lo sabe. Me visto de hombre y salgo con alguno de ellos. He robado sola con mi escopeta y mi caballo en el puerto de Guadarrama y el de Somosierra. Una vez robé sola a una cuadrilla de veinte gallegos, que volvían a su país después de segar las cosechas de Castilla; les despojé de todas sus ganancias; pude despojarles hasta de sus ropas si hubiese querido, porque se hincaron de rodillas como cobardes. Me gustan los hombres valientes, sean busnó o gitanos. Cuando era poco mayor que El Escorpión fui con otros varios a robar al cortijo de un viejo; era a unas veinte leguas de aquí. Lo asaltamos a media noche y atamos al viejo; sabíamos que tenía dinero, pero él dijo que no, y no quería decirnos dónde estaba; le dimos tormento, pinchándole con las navajas y quemándole las manos en la lámpara, pero de nada sirvió. Al cabo dije : “Probemos con los pimientos”; tomamos pimientos verdes, le abrimos los párpados y le restregamos las pupilas con ellos. Fue el peor tormento de todos. ¿Querrás creerme? El viejo lo resistió. Entonces nuestra gente dijo: Vamos a matarlo; pero yo dije que no, que sería una lástima; así, le perdonamos, aunque no habíamos conseguido nada. Desde entonces he tenido gran afecto al viejo por su firme corazón, y me hubiese gustado tenerle por marido”.
No sabemos nada más de esta chalana, pues Borrow no la vuelve a mencionar en su obra, ni aparece reflejada en ningún otro texto de la época, ya sea como gitana o como bandolera.

 El Correo de Madrid

La Virgen de Czestochowa en lo alto de Somosierra .= Comundad madrileña

 

La virgen polaca de Czestochowa, la batalla de Somosierra y Napoleón. ¿Qué hace una imagen de la Virgen de Czestochowa en lo alto de Somosierra?. Pues bien, el origen de su presencia está en un episodio histórico-bélico de nuestra reciente historia. La Guerra de la Independencia libró allí, en el Puerto de Somosierra, una de sus más famosas batallas.
Para llegar a Madrid y para salir hacia Francia era preciso atravesar la sierra por alguno de los pasos existentes a principios del siglo XIX, y desde luego no eran ni cómodos ni asfaltados como lo son ahora. Tal vez por ello la relación de Napoleón Bonaparte con la Sierra de Guadarrama no se puede decir que fuera contemplativa ni naturalista. La experiencia del Emperador fue más que dificultosa en tales pasos.
Nos ponemos en situación: el 30 de noviembre de 1808 las tropas francesas con el mismísimo Napoleón al frente avanzaban hacia la capital a través del paso de Somosierra. Allí les esperaba el general San Juan con sus baterías de cañones que comenzaron su acción haciendo estragos en las líneas de la Grande Armée. Ante el enorme número de bajas y la imposibilidad de continuar, el propio Napoleón ordenó el ataque de un escuadrón del regimiento polaco de caballería que integraba las fuerzas del multinacional ejército napoleónico. La mayor parte de los soldados polacos murieron, pero consiguieron la retirada española y el paso hacia Madrid. (Hay versiones que dicen que no murieron tantos, y que las tropas españolas abandonaron a las primeras de cambio. Desconocemos hasta dónde llega la verdad de este testimonio y tampoco queremos desilusionar a nadie).
Lo cierto es que en la Ermita de la Soledad, en el Puerto de Somosierra, diferentes placas rememoran aquel episodio, e incluso una imagen de la Virgen de Czestochowa, en memoria de los soldados polacos, convive con naturalidad entre las imágenes religiosas locales.
Más adelante, Napoleón tendría que vérselas de nuevo con la Sierra madrileña, esta vez en el Puerto de Guadarrama cuando se dirigía a Francia. Allí fue el hielo y la ventisca los que le dieron un anticipo de lo que serían sus campañas rusas.

ÁNGEL SÁNCHEZ CRESPO para GUADARRAMISTAS

jueves, 7 de noviembre de 2024

El Santo Grial

 


El propio Wagner, al localizar el escenario del castillo de Montsalvat, donde se encontraba el Santo Grial o Graal, la milagrosa copa capaz de conceder la inmortalidad, que utilizó Jesucristo en la Última Cena y en la que José de Arimatea recogió su sangre cuando estuvo en la cruz, aludió a las «montañas septentrionales de la España gótica».

Parece no haber dudas de que ese lugar es San Juan de la Peña y parece que Anfortas, (el «rey pescador) de la leyenda artúrica, no sería otro que Alfonso I el Batallador, en quien al parecer se cumplen todas y cada una de las características del rey del Grial, incluso la de haber contraído matrimonio con una princesa orgullosa - que sería la leonesa doña Urraca - y no dejar descendencia.

Como se sabe, el Santo Grial había sido trasladado a Roma por san Pedro para que sirviese de cáliz en la primera sede episcopal del cristianismo. Durante la cruel persecución de Valeriano, que pretendía hacerse con todos los tesoros de la Iglesia, el papa Sixto, antes de ser martirizado, encargó al diácono Lorenzo que guardase bien el Grial. Lorenzo, que era de Huesca, lo envió secretamente a su ciudad natal.

La invasión árabe obligó al obispo Acisclo a huir de Loreto, Huesca, con la sagrada reliquia, que estuvo escondida en una cueva, antes de pasar por varios monasterios pirenaicos, y llegar, a principios del siglo XI, a la catedral de Jaca. Un obispo trasladó el Grial desde Jaca a San Juan de la Peña, y allí permanecía la reliquia cuando pasó el caballero Parsifal, aunque no llegó a verlo por carecer de los méritos necesarios.

A finales del siglo XIV el rey Martín el Humano se llevó el Grial a Zaragoza, donando a cambio un precioso cáliz a San Juan de la Peña. La reliquia pasaría más tarde a la capilla real de Barcelona, pero el rey Alfonso V la trasladaría a Valencia, y Juan II se la entregaría al cabildo catedralicio de la misma ciudad, que le consagró una capilla especial y es su actual depositario.
También hay quien señala que el Grial de Valencia no es el verdadero, pues el caballero Parsifal, tras haberse purificado en las cruzadas, habría regresado a San Juan de la Peña para hacerse con el sagrado vaso, que habría trasladado a algún lugar de Oriente, donde ha de quedar oculto por los siglos de los siglos, hasta el fin de los tiempos.

Virgen de Loreto - Santa Pola

 

En el caso de la villa pesquera de Santa Pola (Alicante), cuenta la tradición que la imagen de la Virgen de Loreto llegó por el mar Mediterráneo, desde la lejana costa andaluza situada al sur de la Península.

La leyenda cuenta que...
Corría el año 1643. Una rebelión se ensañaba contra todo edificio e imagen cristiana de El
Puerto de Santa María (Cádiz). María de Guadalupe, porteña temerosa de lo que acaecería
a una imagen de la Virgen que guardaba en su morada, se dirigió al puerto y, sigilosamente, entregó la imagen a un joven pescador, quien resultó ser natural de la colorida Villajoyosa (Alicante). Rogó, al hombre, que dejase la figura cristiana en el primer puerto en el que amarrase, lo cual él prometió que haría pensando, para sus adentros, que llegaría a su pueblo natal sin echar anclas en ningún puerto para, así, quedarse con la imagen.
Ya había partido, el vilero, de la costa andaluza y se encontraba frente a la bahía de Santa Pola cuando un fuerte temporal se levantó en altamar. Tan altas olas había y tan fuerte y racheado era el viento que, muy a su pesar, se vio obligado a refugiarse en el puerto santapolero. Hasta en dos ocasiones intentó reemprender su viaje, aunque siempre tuvo que regresar a puerto, ya que el temporal no amainaba. Comprendió, el marinero, que el deseo de la Virgen era quedarse allí, en Santa Pola, y solo cuando el joven accedió a esto,pudo continuar navegando hacia Villajoyosa.

Sendas y Leyendas

Las lágrimas de una reina = Beleña (Salamanca)

En el pueblo de Beleña, cerca de un castillo del que aún se“conservan restos de los antiguos torreones, corre el río Sorbe, en cuyas aguas se reflejan los altos chopos, formados en dos regios guardianes. Junto al río existe un manantial cristalino que en época remota servía de baño a la reina doña Urraca. Perduran también restos de la vieja muralla que cubría los baños de la Reina de Zamora, quien a diario, acompañada de su dueña y sus doncellas venía a sumergirse en las puras y transparentes aguas.

Y sé cuando enta que una hermosa mañana, al salir del baño la reina, su vieja dueña la contemplaba con mirada sombría. La reina preguntóle la causa de su pena, pero ella callaba, temerosa de disgustar a su señora y ante su insisten, no tuvo más remedio que explicarle:

- He obserrvado, mientras os bañabais, las ondas que en el agua formabais y mi ciencia me revelaba que os veríais envuelta en sangrientas guerras fratricidas.

La Reina lanzó un grito de dolor, mientras en sus ojos temblaban dos lágrimas que al caer al agua convirtieron en rubíes las piedras.

  • Mirad, señora - bien claro lo están diciendo vuestras lágrimas. Y el fondo de la fuente quedó para siempre tapizado de piedrecillas de mil colores que recuerdan las lágrimas de la regia dama. 

Pronto se cumplió la profecía de la vieja, y Zamora se vio sitiada por los ejércitos de su hermano. Pero doña Urraca estaba ya prevenlda desde que le avisaron las piedrecillas de la fuente.




Vicente García de Diego 



miércoles, 6 de noviembre de 2024

LA NIÑA DE VALPARAÍSO - PERALEDA DE LA MATA (Cáceres)

 

A finales del siglo XIX, una comitiva de carruajes volvía de la comunión de una de sus integrantes, cuando al pasar por las ruinas de Valparaíso aparecieron una manada de lobos, perros salvajes o serpientes (existen varias versiones de la leyenda) que asustaron a los caballos huyendo al galope.
En su huida no se percataron de que la niña que había hecho la comunión no estaba, seguramente se hubiera caído del carruaje, rápidamente volvieron al lugar para rescatar a la niña, pero jamás pudieron dar con ella.
Otro suceso similar sucedió en los años 50, junto a esta salida de la Nacional V, cuando una familia volvía a casa después de que la niña hubiese hecho la primera comunión,  tuvieron un accidente en el que la niña falleció.
A partir de estos hechos se cuenta que en las noches cerradas una niña vestida de primera comunión con un rosario en la mano derecha, unos guantes blancos y un librito en la izquierda se aparece al pie de la carretera que une Peraleda de la Mata con Torviscoso, cerca de la aldea abandonada de Valparaiso. 
La niña al vernos se nos queda mirando sin ninguna expresión facial y al poco tiempo se desvanece, como si fuera una alucinación de nuestra mente. 
Aunque los vecinos no quieren hablar de las apariciones, nadie niega de su existencia e incluso hay una pequeña minoría que aseguran que la ha visto.

Extremadura Misteriosa 

La Pomporrilla - Valle del Jerte (Cáceres)

 

La Pomporrilla, es un diminuto ser que habita en algunos hogares del Valle del Jerte. Este pequeño duende doméstico, no se caracteriza por su condición maléfica en sí, si no que sus actos los podríamos calificar más bien de trastadas.
De aspecto grotesco, presenta un cuerpo feo y deforme, su piel es oscura, más bien negruzca y tiene un pelo greñoso. Se conoce su condición femenina por no tener más que un seno atrofiado y enflaquecido en el pecho. Su boca aparentemente hundida tiene una gran capacidad de succión, dispone de un solo diente que le permite roer su alimento preferido, las castañas, que son secadas en los típicos doblaos vallejerteños.   
Uno puede sospechar que en su casa habita este particular gnomo, si observa que con frecuencia los enseres domésticos aparecen revueltos y son cambiados de lugar, es además amigo de producir extraños ruidos y cambiar muebles de sitio. Por lo demás es un duende inofensivo.

Extremadura Misteriosa 

lunes, 4 de noviembre de 2024

La Princesa Ico = Lanzarote

Ico es el nombre de una aborigen maja de la isla de LanzaroteCanarias−, protagonista de un conflicto dinástico en la sucesión de la jefatura insular años antes de la conquista europea.

Aparece por primera vez como protagonista de un episodio singular en la obra Historia de la conquista de las siete Islas Canarias de Juan de Abréu Galindo publicada en 1632, poniendo en duda algunos autores modernos la veracidad del relato.

Según el historiador y filólogo Juan Álvarez Delgado, el antropónimo Ico se vincula con la palabra tuareg ach-ben-ico, que significa 'la trasquilada'.

Para el también filólogo Ignacio Reyes, Ico puede ser traducido desde una forma primitiva i-qqu con el sentido literal de 'náusea', o figurativamente como 'lividez'.[3]

En este relato se alude a que en 1377 arribó a la isla de Lanzarote un barco capitaneado por el vizcaíno Martín Ruiz de Avendaño a causa de un fuerte temporal. Ya en tierra fueron bien recibidos por los aborígenes, ofreciendo el rey Zonzamas su casa para que el capitán se hospedase, así como a su propia esposa Fayna en virtud de su costumbre de hospitalidad de lecho. Fruto de esta relación nacería Ico, que en palabras de Abréu Galindo era «muy hermosa y blanca, siendo todas las demás isleñas morenas ella sola había salido muy blanca».

Uno de los puntos más contradictorios sobre la historia de la princesa maja es que, según Abréu Galindo, fue la piel clara de Ico lo que hizo dudar sobre la paternidad de la niña, pues los majos son morenos. Sin embargo, los conquistadores franceses describieron con asombro en la obra Le Canarien que los niños de los majos al nacer son «blancos como nosotros», y que adquieren la tonalidad morena por la exposición al sol.

Según Abréu Galindo Ico se casó con el rey Guanarame, hijo de Zonzamas, y de esta unión nació Guadarfía. No obstante, esta parte del relato presenta contradicciones y por razones cronológicas es imposible que Guadarfía fuese hijo de Ico, considerando los historiadores que podían ser hermanos, esposos, o ambos supuestos a la vez.

La muerte de Guanarame provocó un conflicto dinástico, pues los nobles aborígenes no aceptaban a Ico como una de los suyos al ser hija del europeo Avendaño. Tras deliberar, someten a Ico a la conocida como «prueba del humo» que consistió en encerrarla junto a tres criadas y darles humo. Según sus creencias si Ico era noble sobreviviría. Esta, gracias al consejo de una anciana que le dice que utilice una esponja húmeda para poder respirar entre el humo, logra superar la prueba, pudiendo acceder a la jefatura de la isla Guadarfía.

Wikipedia 



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